Inmortalidad significado bíblico
Definición. El significado bíblico de inmortalidad es la vida eterna. En la creación, el hombre llegó a ser 'un alma viviente' como resultado de la recepción del aliento de vitalidad que Dios le impartió. De esta manera queda establecido el principio de que la vida se derivó del Creador.
Vídeo sobre el significado bíblico de Inmortalidad
El corolario de esta idea se refiere a que la continuidad de la vida humana se encuentra en las manos de Dios. Es la base filosófica de la doctrina bíblica de la resurrección. El destino del no redimido no es la inmortalidad en el infierno, sino la no recepción de la vida eterna.
Las Escrituras declaran lo siguiente: 'De Dios descendió fuego del cielo, y los consumió'. Por su parte, quien cree en Cristo no perecerá, sino que tendrá vida eterna. Al momento de la trompeta final, se vestirá de inmortalidad.
Inmortalidad según expertos
Contrariando la doctrina bíblica, a través de los siglos muchos teólogos han enseñado que el hombre no deja de existir. Pero otros han defendido la inmortalidad condicional. Entre estos está William Temple, último arzobispo de Canterbury.
Temple dijo: 'El hombre no es inmortal por naturaleza o por derecho. Pero es susceptible de inmortalidad y se le ofrece la resurrección de la muerte y la vida eterna. Si desea recibirlas de Dios y en los términos divinos'.
Por su parte, Emil Brunner, de la Universidad de Zúrich, declaró: La opinión de la inmortalidad es porque sus almas son de esencia indestructible. Y no se puede reconciliar con la visión bíblica de Dios y del hombre.
Además, el Nuevo Testamento dice que el ser humano, por su aceptación de Cristo, puede disfrutar de un goce anticipado de inmortalidad. En su experiencia espiritual de la vida presente.
El significado bíblico de inmortalidad es un don de la gracia de Dios a quienes tienen fe. La idea de que un alma pueda tener existencia consciente separada del cuerpo, o que posea una esencia inmortal, es ajena a la Biblia. Este concepto se originó en antiguas religiones paganas y los sistemas filosóficos de Grecia y de Egipto, y no tiene apoyo en los escritos inspirados.
No hay nada en las palabras traducidas como alma, o en su uso en la Biblia. Que implique ni de forma remota una entidad consciente que sobreviva al cuerpo después de la muerte. O a la que se le atribuya inmortalidad.
Pero es la misma Biblia que dice que el hombre y la mujer no dejan de existir. Y que no solo no morirá su alma, sino que vivirán para siempre, en cuerpo resucitado, con la misma personalidad que tuvieron en la tierra.