Impuesto significado bíblico

Definición. El significado bíblico de impuesto se refiere a la contribución que hacen los habitantes de un territorio para los gastos comunes del Estado. En la Biblia, vamos a encontrar diferentes tipos de comisiones, pues los judíos tenían obligación a pagarlos.
Existían unos tributos locales, que debían ser cancelados para ser destinados al mantenimiento del templo judío. Pero, por otra parte, eran constreñidos a pagar otros montos al imperio romano. El gobierno, los obligaba a rendir culto al emperador, y la forma de mantener los lujos del palacio, era a través de este impuesto.
Vemos en las escrituras, que enviaban a sus guardias sanguinarios a exigir el dinero. Incluso, observamos como ejercían la fuerza cuando las personas no tenían para cubrir el costo. Entonces los despojaban de sus bienes, siendo sometidos y ultrajados. Tal rigidez, los llevaba a ser encarcelados para ser vendidos como sirvientes.
Cobrador de impuesto
Vemos en las escrituras, que existió un funcionario encargado de recoger dicho pago, llamado Zaqueo. La gente lo despreciaba por el trabajo al que se dedicaba. Este sentimiento, se debía a que el cobro de tributos no era visto con buenos ojos en la población.
No obstante, se mostró muy interesado por el movimiento que Jesús estaba llevando a cabo en la zona. Incluso, quiso infiltrarse para pasar información a la corona, siendo llamado por el poder de Dios.
En la Biblia, encontramos el pasaje que relata, que Jesús, incluso, decidió aceptar una invitación a casa de Zaqueo.
Algunos de sus seguidores, molestos, refutaron la idea de ir a dicha vivienda, pues este era un hombre odiado por todos.
Sin embargo, Jesús, confiaba en que el corazón de aquel era bueno. De igual modo, Mateo, antiguo cobrador de impuesto para la corona, se convirtió en fiel seguidor de Jesús. Demostrándonos, como las acciones que llevamos a cabo, no definen nuestro corazón, pues siempre podemos arrepentirnos y tomar el camino correcto.
El diezmo, ofrenda u obligación
Vemos en la historia, que luego de la liberación de Israel, los sacerdotes aaronitas vivían del tributo de los fieles. Así fue evolucionando dicha contribución obligatoria que todavía algunas sectas aplican el diezmo en sus templos. Esta comisión debe ser destinada para gastos básicos de lugares sagrados y ayudar a los más necesitados.
Sin embargo, este tipo de impuesto, ha sido bastante controversial, porque en ocasiones no cumplen su verdadero objetivo. Por ello, atendemos a lo expresado por Cristo, con relación a los impuestos, pues el dinero, es cosa del César y no de la iglesia.