Culto significado bíblico
Definición. El significado bíblico de culto es proveniente del latín 'Cultum' y del verbo 'Colere', que significa 'Cultivar', 'Servir', 'Cuidar'. Este término hace referencia al servicio que ofrece el ser humano ante la deidad en que cree. Es la manera en la que el individuo o colectividad manifiesta desde su interior y exterior su conexión con Dios.
Vídeo sobre el significado bíblico de Culto
Las religiones se fundamentan íntegramente en un culto. No obstante, este término, comprende todo acto de sacrificio, de adoración a Dios. El ser humano manifiesta sus creencias en actitudes y en el accionar hacia la deidad. Este culto no sólo muestra la urgencia que se tiene hacia el Creador, demandando su protección, sino que a la vez representa el cumplimiento de rendirle el debido reconocimiento u honor.
En hebreo, este término es proveniente de la raíz 'Abad’, cuyo significado es 'Servir'. Lugar, santuario o templo donde se percibe la existencia oculta de Dios. Este vocablo manifiesta la veneración, el respeto y el amor hacia Dios. En la religión cristiana solamente el sacrificio concedido es el prestado por Jesucristo en la cruz y se renueva de forma permanente en la ceremonia de la Eucaristía. El creyente manifiesta el culto, mediante devociones realizando procesiones.
El culto como necesidad del Creador
El culto cristiano, del ritual litúrgico, es la existencia del misterio de Jesucristo que se expresa y llama al cambio y bautismo. 'La presencia de Cristo está en su templo, principalmente en el proceder litúrgico' (SC 7). Este ritual tiene lugar en la celebración del Misterio Pascual de Cristo, como símbolo de sacrificio de valor inmensurable que Jesús le dio a su padre a favor de la humanidad.
Como respuesta, el ser humano adora a Dios en un culto de forma colectiva. Este culto no únicamente muestra la necesidad que posee el individuo del creador, del cual necesita absolutamente, sino que a la vez es el acatamiento de una obligación: en efecto, Dios ha elegido a un poblado que debe 'Obrar' y con eso ser su declarante; así pues, el poblado seleccionado debe llenar su cometido aplicando culto a Dios.
La veneración es el primer hecho de culto. 'Adorar al Creador es aceptarlo como Dios, el Salvador y Dueño de la existencia de todo'. Es efectuar el mandato de 'Amarás al Señor, tu Dios misericordioso, con todo tu corazón y solamente a él darás culto (Lc. 4. 8), anuncia Jesús al aludir el Deuteronomio (6. 13)', libro del A T.