Colina significado bíblico
Definición. El significado bíblico de colina, es término hebreo que designa una elevación natural del terreno no tan grande como la de una montaña. Podemos encontrar esta palabra numerosas veces en las sagradas escrituras cuando se hace referencia a los lugares geográficos por los que dieron su paso los diversos personajes antiguos dentro del contexto sagrado.
Hay que destacar que existieron sitios como Gabaón que eran de la colina, e integraban parte del noroeste de Jerusalén, sus habitantes se caracterizaban por ser cananeos. De igual modo, se comenta respecto a Judea y otras partes de Palestina que se adornaron por montañas bajas.
Uso de la colina en la era del viejo testamento
La colina en la Biblia solía emplearse como un sitio en el que se realizaban entierros o en el que se escondían los hombres. En los pasajes del libro de Josué se nos cuenta la historia de su muerte a los 110 años de edad y de su respectivo sepulcro.
Después de que hicieron reposar el cuerpo de José en la colina, los demás hijos de Dios siguieron adorándole y los ancianos del pueblo enseñaron todas sus buenas obras. Sucedió algo similar con los huesos de José que se sepultaron en la región de Siquem. Estos los trajeron los israelitas desde Egipto y la parte del campo del hijo de hamor la compraron por 100 piezas de dinero.
El escondite de David en la colina
Cuentan los registros del libro de Samuel que el rey se escondió en la tierra de las peñas cerca de una colina al sur del desierto cuando se encontró en una situación inesperada. Unos hombres le avisaron que los filisteos se hallaban en plena batalla y que habían robado unas eras. Por ello, le consultó a Dios que era lo que haría al respecto.
El Señor le respondió que debía descender a Keila porque dentro de sus planes tenía entregarles a sus enemigos, y así lo hizo llevando a sus ganados y obteniendo la victoria. Sin embargo, Saúl trató de buscarle porque quería destruir la ciudad a causa suya, por eso, se levantó con sus hombres y anduvieron de un lugar a otro.
Después de que pasaron estas cosas, David se quedó en el desierto de Zif, en la colina cerca de los lugares fuertes. Esta fue la única manera en la que Saúl no le pudo encontrar porque Dios decidió que no se lo entregaría en sus manos y que las cosas saldrían según su voluntad.