Caifás significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Caifás es persona cruel y vengativa. La personalidad del hombre que portó este nombre, hacían honor a su definición. La razón era que por envidia y celos fue capaz de buscar muchas formas de entrampar a Jesús. Junto a otros líderes religiosos no descansó hasta que logró eliminarlo.

¿Quién fue Caifás?

Este individuo se dio a conocer por su participación en la muerte injusta del mesías prometido. Su nombre completo era José Caifás, fue un cura muy importante de su tiempo. Su yerno era Anás, que para el año 33 e.c. cumplía el rol como sumo sacerdote principal. Esto les daba a estos dos personajes mucho poder e influencia en el pueblo y con los gobernantes romanos.

El nombramiento de su yerno provino del mismo Valerio Grato, el antecesor de Poncio Pilato. Se piensa que estuvo en ese cargo por más de una década, algo que no había ocurrido con sus predecesores inmediatos, esto se logró gracias a su astucia, diplomacia, sagacidad y colaboración con los romanos. Él pertenecía a secta de los saduceos y era un buen amigo del gobernante del momento.

Caifás se destacó por ser uno de los cabecillas en contra de Jesús y su ministerio. Incluso llegó a prometer que ese nazareo moriría en poco tiempo por la nación. Así que, hizo todo cuanto pudo para cumplir con su palabra. Llego a utilizar a otras personas con la finalidad de tenderle una trampa al Cristo, durante sus enseñanzas al pueblo. Sin embargo, nunca pudo hacerlo caer en su ardil, esto le causaba gran frustración.

¿Qué hizo Caifás en los últimos días de vida de Jesús?

Durante el juicio enfrente al Sanedrín que se le hizo a Jesús, rompió sus prendas de vestir en señal de indignación y lo acusó de blasfemo contra Dios. Esto se consideraba un pecado muy grave. Cuando el Cristo estuvo ante Pilato, se presume que Caifás fue uno de los que pidió que lo condenaran al madero.

Incluso hubo un momento en el que Pilato le preguntó al pueblo si se le daba indulgencia a Jesús. Él fue de los que gritó que mejor era que soltaran a Barrabás. Este último era un ladrón muy malvado de la época. Para hacer más presión, llegó a decir que no tenían otro rey que no fuera César. De ese modo, le cerraba las puertas al gobernante de librar al Cristo de esa muerte dolorosa e injusta. Caifás nunca dejo su persecución contra los cristianos.

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