Brujería significado bíblico
Definición. El significado bíblico de brujería se refiere a las prácticas que se atribuyen a las brujas o esotéricos. Estas son personas que poseen conocimiento ocultista reservado. Pueden tener conexión con entes sobrenaturales y lucrarse de estas fuerzas.
Se cree que la brujería implica poderes mágicos, dotes que les ofrecen los demonios, conseguidos por medio de rituales paganos. Estos ejercicios de sortilegio se castigan por las religiones conservadoras desde los inicios de su existencia. En la actualidad se siguen viendo actos de esta índole, pero el término por el que se llama ha evolucionado y se ha normalizado.
Se desconoce la época en que la palabra 'brujería' comenzó a utilizarse como expresión popular para nombrar lo que hacían las brujas. Es posible que su origen se halle en la cultura germana y celta, antes de la creación del imperio romano. La primera vez que el vocablo 'bruxa' se registra es en Europa alrededor del siglo XIII.
Es complicado distinguir la brujería de actividades parecidas. Se relaciona con la adivinación, hechicería y nigromancia. Eran herejías que se consideran pecado grave. La historia de estos saberes tiene lugar en la edad antigua, se encuentra en múltiples literaturas de ese periodo. Por ejemplo, en la ‘Odisea’ algunos personajes como la maga Circe se caracterizan por realizar encantamientos.
La brujería en la Biblia
En el Antiguo Testamento, hay un pasaje famoso que detalla la ocasión en que el rey Saúl visita a la bruja de Endor. Él quería que ella trajera de entre los muertos al fallecido Samuel para que se comunicara con él y hacerle preguntas sobre la batalla. A Saúl se le despoja de la protección de Dios. Este mismo permite que un demonio lo atormentase como castigo por desobedecer sus mandamientos.
En el Antiguo Egipto, en las culturas del mediterráneo y en África, era usual proceder con magias de todo tipo. Los rasgos principales eran brebajes herbales, el poder de cambiar de forma a animales, conectar con espíritus del más allá. Se valían de tótems para protegerse de hechizos como el mal de ojo, hacían rituales de sacrificio e incluso canibalismo.
En el fin de la Edad Media y comienzos de la era Renacentista, el cristianismo dio inicio a la caza y condena de las brujas. La persecución de cualquier acusado de ejercer brujería acababa en pena de muerte. Este genocidio se conoce como 'La Sagrada Inquisición', lapso de tiempo en que muchas mujeres fueron ejecutadas luego de sufrir torturas atroces.