Víctima significado bíblico
Definición. El significado bíblico de víctima es una persona o animal que sufre daño o lesión como resultado de la culpa de otro individuo o por accidente. Cuando una persona hiere a alguien, ese sujeto recibe al verdugo. La primera acepción del término (derivado de una palabra latina con ortografía similar) se refiere a un ser vivo (humano o animal) destinado al sacrificio.
Vídeo sobre el significado bíblico de Víctima
Sin embargo, hay que recordar que el uso del término víctima suele referirse a un individuo que lo han perjudicado. Eliminar la posibilidad de que un animal sea visto como una víctima corresponde a donde los humanos colocamos al resto de la naturaleza. El cual se considera un simple recurso que alguien o algo nos han dado, para que lo explotemos sin piedad.
Vemos en la sociedad actual que las personas no solo toman el medioambiente, los animales son víctimas que nacen y mueren en el matadero. Este es un ejemplo de afectados porque nadie las ve así, ya que no se quejan y no aceptan los abusos que la gente les impone. Todo esto se prolongó durante décadas sin interrupción, y el lenguaje quería dejar de reconocerlos como víctimas.
Víctima en la Biblia
Este concepto aparece con frecuencia en el Antiguo Testamento, refiriéndose a los sacrificios naturales en los primeros días de Israel. Además, también se prescriben los ofrendas exigidos por el culto del templo, ya que las estructuras sacerdotales requieren siempre la presencia de víctimas.
De estas personas damnificadas salían los dones vivos y las ofrendas de los sacerdotes y funcionarios que velaban por el templo. Es natural que sean promovidos y distribuidos de forma jerárquica y el cargo de sumo sacerdote no es solo un puesto religioso y piadoso. Si no una verdadera entidad comercial y administrativa de la que dependen todos los subordinados.
En hebreo, no tienen un término específico para víctima y utilizan el concepto de 'seh', que significa embarazo o ‘bondad’ de cualquier sacrificio. El Nuevo Testamento usa de forma figurativa el término griego 'zysia' refiriéndose a víctima 42 veces. Siempre lo hizo en relación con el sacrificio que Cristo ejecutó por sí mismo.
La Misa de la Eucaristía, ha sido vista de forma histórica como una ofrenda al Padre de la víctima espiritual: Jesús, el Hijo de Dios. Fue ofrecido al altar para siempre, pero resucitó y vivió en circunstancias misteriosas. Por lo que encontramos un pasaje que dice ‘muévete en la tierra como en el cielo para siempre’.