Sempiterno significado bíblico
Definición. El significado bíblico de sempiterno es un término que significa algo que tuvo un inicio, pero no posee o se le establece un fin. En algunos casos se utiliza como un sinónimo para hablar de eternidad, aunque se diferencia que algo que es eterno no posee ni principio ni final.
Vídeo sobre el significado bíblico de Sempiterno
Tiene de origen etimológico el latín, en específico del vocablo 'Sempiternus'. Su significado funciona según un adjetivo calificativo, que describe algo que no tendrá un cierre, pero que si tiene comienzo. Por lo que se puede notar, que tanto en su traducción al castellano como en su lengua origen son lo mismo.
El Sempiterno es un término con una connotación muy subjetiva y simbólica, en especial en la religión. Aunque de igual manera está presente en otros ámbitos. En la iglesia se emplea Sempiterno para referirse a distintos temas, al hablar de una deidad, Dios, santos o divinidades.
Además de describir como debe ser un vínculo entre algunas personas, un ejemplo es el Matrimonio. Donde se explica en las escrituras de la Biblia como debe ser sempiterno, pues este posee un inicio con la ceremonia y la unión, pero no tendría que tener un final, es decir, separarse la pareja.
Se puede considerar también la religión del catolicismo como sempiterna, ya que esta tiene un comienzo donde se establece y no poseerá un final. Pues sus enseñanzas y la vida serán eterna, incluso después de la muerte.
Pacto sempiterno en la Biblia
Alrededor de toda las escrituras se pueden hallar en las diferentes relaciones entre promesas, que tendrían una referencia o como características el sempiterno. Estas son algunas reglas que determino Dios, o acciones que se llevaron a cabo al establecer la salvación o una buena vida para los humanos.
Según los teólogos de la Biblia, se puede evidenciar en dos partes de las escrituras, una dentro del Antiguo Testamento y otra en el nuevo. El primero es cuando en el Génesis se explica como el hombre Adán y la mujer Eva rompen una de las reglas, y Dios hace un pacto condicional. Donde los condena a poder de escoger su propio camino y encontrarse con bendiciones, maldiciones, la vida y la muerte.
En el segundo pacto de los evangelios, se encuentra en el momento que el hijo de Dios llego al mundo y se crucificó asimismo por todos nosotros. Esto a través del símbolo hecho por Jesucristo del pan y el vino, que luego se presenta en cada misa de la iglesia católica como la eucaristía.