Ópalo significado bíblico
Definición. El significado bíblico de ópalo se refiere a un mineral silíceo. Tiene una composición bastante similar a la del cuarzo, sin embargo, logra diferenciarse puesto que posee moléculas de agua en su interior. Suele encontrarse con mucha frecuencia rellenando las cavidades de riolitas o rocas.
El ópalo es una piedra preciosa que se utiliza en joyería, también en fines decorativos y espirituales. La popularidad del esta gema se ha presentado durante un largo tiempo. Sin embargo, estudios realizados arrojan como prueba la presencia de esta gema preciosa desde hace 50 a. C.
Por lo cual, estas piedras pertenecieron durante la época del gran imperio romano. La creencia de que esta gema, además de ser preciosa, poseía cualidades mágicas y provenía del siglo VII. Puesto que en Asia catalogan al ópalo como 'el ancla del anhelo' refiriéndose a que atraía la buena suerte.
Por otra parte, los Árabes mantenían la creencia de que esta gema provenía del cielo. Su significado proviene del sánscrito 'úpala'. Este simboliza la luminosidad. Se considera la piedra de los nacidos en el mes de octubre y también para celebrar el 14.º aniversario de los casados.
Metáfora bíblica sobre el ópalo
La piedra de ópalo a simple vista no posee gran atractivo. Sin embargo, tiene escondido un esplendor que brota al instante en que frotas la gema con tus manos. Por ello, nosotros, al igual que la piedra, no tenemos nada atractivo en nuestra naturaleza que sea precioso o de gran valor. De hecho, lo que la gente suele buscar al seleccionar piedras preciosas, se asemeja a lo que pretenden ver en los demás.
Es así como el apóstol Pablo tuvo un choque con esa misma realidad. Por tanto, escribió las siguientes palabras: 'Yo sé que en mi naturaleza pecaminosa, no habita nada bueno. Aunque si deseo hacerlo, no soy capaz. De hecho, no hago el bien, sino el mal que no quiero' (Romanos 7.18-19 Nueva Biblia al Día). Por ello es que somos como la piedra de ópalo, no se le puede ver el brillo porque solo se percibe su suciedad.
En consecuencia, son muchas las personas que se esfuerzan en mostrar su mejor cara, escondiendo su propia realidad. Como si fuera poco, nuestra personalidad llena de defectos contribuye a esta baja percepción. Por ende, la metáfora del ópalo nos ayuda a reflexionar que nuestro propio brillo se engrandece cuando estamos con cristo. De eso se trata, el Señor hace destellar su luz sobre ti.