Nehusta significado bíblico

nehusta

Definición. El significado bíblico de Nehusta, es nombre de la madre del rey Joaquín, hija de Elnatán, quien vivía en Jerusalén.  La Biblia nos dice que esta mujer tuvo que estar en el exilio de Babilonia a causa de Nabucodonosor, quien la tomó como cautiva.

La traducción del vocablo Nehusta, significa serpiente, bronce o cobre. Debemos recalcar que la reina fue la esposa de Jehoiaquim, quizá estos acontecimientos son los únicos que la posicionan en las santas escrituras.

Nehusta y su aparición en la Biblia

El hijo de Nehusta tenía tan sólo dieciocho años cuando comenzó su período de mandato sobre Jerusalén. Sin embargo, estuvo en el poder durante un lapso muy corto de tiempo.

La Biblia nos dice que la madre de Joaquín fue Nehusta, ella era la hija de Elnatán, un varón procedente de la ciudad de Jerusalén. A esta mujer se le reconoce dentro del contexto sagrado, más que todo, por las cosas que hizo su pariente.

Una característica particular del descendiente de Nehusta, es que realizó lo malo delante de los ojos de Jehová. Este hombre hizo caso de sus antecesores que habían cometido pecados y no quiso obedecer a los mandatos del señor. Su padre también fue corrupto e incitó a los del pueblo para que cometiesen pecados.

Nehusta y su hijo van cautivos a Babilonia

En los días por los que vivió Nehusta, subieron contra Jerusalén los siervos de Nabucodonosor, quien en ese entonces era el rey de Babilonia. Todas esas personas sitiaron la ciudad con la finalidad de retener a varios hombres y mujeres del pueblo y de la realeza.

Poco después salió el rey Joaquín de Judá al encuentro del gobernante de Babilonia. A su lado se encontraba su madre Nehusta, los príncipes, oficiales y siervos. Sin embargo, Nabucodonosor lo prendió en el octavo año de su reinado.

Sucedió entonces que el rey de Babilonia sacó de la casa del pariente de Nehusta todos los tesoros del templo de Jehová. Se dice que también rompió en pedazos los utensilios de oro que hizo Salomón en su época.

Su decisión consistió en llevarse en cautiverio a toda la ciudad de Jerusalén, a los príncipes, hombres valientes, artesanos y herreros. Los únicos que quedaron fueron los pobres del pueblo de la tierra.

Del mismo modo, se llevó cautivos a Babilonia a Joaquín, su madre Nehusta, sus mujeres, oficiales y a la gente más poderosa que trabajaba en aquel territorio. Entre los hombres de guerra se registró un total de siete mil, mientras que, los artesanos y herreros fueron mil.

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