Listra significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Listra, es una ciudad de Licaonia o colonia ubicada en Roma. Se comenta que su fundación se llevó a cabo de la mano de Augusto.
Por su parte, podemos observar lo siguiente en Hechos 14:13. 'Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios'.
Vídeo sobre el significado bíblico de Listra
Con estas palabras, es posible deducir que Listra fue la locación en donde se realizaban este tipo de ceremonias paganas.
Además, se tienen registros de diversas inscripciones que se encontraron muy cerca de Listra y que señalan el nombre de varios dioses antiguos.
Una de ellas, menciona a Zeus ante la entrada. En cuanto a la ubicación de esta colonia romana, se dice que se aproximaba al noroeste de Kathyn Serai. Sin embargo, lo que se arroja en el mapa no tiene un origen certero.
No obstante, el trabajo de algunos arqueólogos e investigadores, indican que en Listra existió la presencia de diversos altares de carácter romano.
En donde, su nombre figuró escrito sobre una piedra que señalaba el poder y el mandato de Augusto durante el tiempo por el que ejerció el rol de emperador.
Listra y los milagros de Pablo
En uno de los viajes misionales que efectuó el apóstol a Listra, se nos cuenta que había un pobre hombre cojo de nacimiento y que nunca pudo caminar en vida.
Pese a ello, cuando se expandió la voz respecto a Jesucristo, comenzó a tener fe porque no solo deseaba entrar en el reino de los cielos, sino que también quería que lo sanasen.
De este modo, cuando el lisiado escuchó que Pablo se encontraba en Listra, fijó sus ojos en él y el apóstol le ordenó que se levantara.
Es por eso, que saltó y comenzó a andar, un acontecimiento que se consideró como un milagro y sorprendió a la gente de la ciudad.
No obstante, las personas reunidas en Listra pensaron que el acto de Pablo se trataba de algo hecho por los dioses del olimpo.
De tal modo, le llamaron Mercurio y a partir de allí quisieron retribuirle con una ceremonia en la que se ofrecerían sacrificios paganos.
Todo esto, causó gran ira en Pablo, quien les dijo que él era un hombre de carne y hueso que anunciaba el evangelio de Cristo.
El único que les concedería la salvación eterna y en quien debían creer si querían alejarse del pecado y la vida mundana.