Escriba significado bíblico
Definición. El significado bíblico de escriba es funcionario que se encargaba de estudiar las escrituras. Su tarea era llevar los registros de los escritos, estos fueron de gran importancia para Israel, durante el cautiverio. Pues no se permitía acudir a un templo, y el pueblo debió estudiar la ley y antiguos relatos. Lo cual, tuvo carácter de coherencia para el lugar, y los escribas fueron quienes ayudaron a que esto, fuera entendible.
Vídeo sobre el significado bíblico de Escriba
Lo que si es que cuando el escriba intentó hacer cumplir la ley en problemas cotidianos, hubo demasiado legalismo extremo. Muchas veces discutían cosas tan simple como si era legal comerse un huevo de gallina que pusiera un sábado.
Se tienden a confundir con los fariseos, porque la mayoría de escribas pertenecían a ese partido. Ya que dejaron sus tareas y funciones a un lado, sin embargo, había escribas honorables.
Escribas en la Biblia
Encontramos que en las escrituras, sobre todo en el NT estos aparecen como villanos que intentan probar a Jesús. Aunque, algunos otros eran personas por las que se les debía sentir admiración, y querían seguir al mesías.
Este término correspondía, también, a aquellos que copiaban y explicaban la palabra. Eran llamados Esdras, que significaba un escriba diligente de la ley. En el Nuevo testamento, se clasificaban entre sacerdotes y ancianos, se dice que ellos enseñan lo que ven. Aunque, bien es cierto que Jesús aclaró que nunca había que seguirles sus pasos (acciones).
¿Por qué el escriba se juzga?
Esto sucedió porque fueron más allá de la interpretación y añadieron cosas humanas a las palabras que Dios decía. Muchas veces, ignoraban el espíritu que tenían, y se pensaba que sus regulaciones eran más importantes que la ley, lo cual dio paso a peleas.
El deber de estos era conservar la palabra de las escrituras, pero no hicieron eso, ya que anularon esto por las tradiciones que añadieron. También se habla de hipocresía, puesto que el escriba buscaba agradar al hombre y no a Dios.
Si de algo hay que aprender es de esto, pues el Todopoderoso quiere un cambio en el corazón, y no solo aplicación de normas externas. Es fundamental perseguir siempre el beneficio común, pero en todo momento, buscar la bendición de Cristo. De nada vale aparentar si no hay verdadero cambio.