Bedán significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Bedán, es nombre que les correspondió a dos personajes que vivieron en la época del antiguo testamento. La traducción del término quiere decir aquel que es servil o hijo de juicio.
Bedán y la liberación de la nación
En primer lugar, Bedán fue un juez hebreo al que se le atribuyó el cargo de libertador de la nación, todo esto, según los registros del primer libro de Samuel. Allí, se le menciona junto con Jerobaal y Jefté, quienes se redimieron de la mano de los enemigos que les acechaban.
En numerosas ocasiones, a Bedán se le conoce por Barac, dependiendo de las diversas traducciones de las santas escrituras. Lo más resaltante, es que se le nombra entre los jueces de Israel, también, se cree que su calificativo se debe a una forma abreviada de Abdón.
De acuerdo con algunos textos de carácter hebreo, el juez Bedán tuvo una participación activa entre Gedeón y Jefté. Ciertas versiones árabes le reconocen por Barah o Baraq, sin embargo, su mención en la Biblia es escasa. Los eruditos alegan que el hecho de que Samuel escribiera su nombre en sus pasajes, es un evento importante.
Conviene resaltar que en hebreos 11:32 se hace una pequeña referencia a tal personaje '¿Y qué más digo? Porque el tiempo me faltaría contando de Gedeón, de Bedán, de Sansón, de Jefté, de David, así como de Samuel y de los profetas.'
La casa de Manasés y Bedán
Bedán también fue un personaje al que se le da preponderancia en el primer libro de las crónicas. Se señala que fue hijo de Ulam, miembro importante de la casa de Manasés, de allí radica parte de su linaje.
A Bedán se le llamó hijo de Galaad, de Maquir y de Manasés. Su aparición en la Biblia tiene relación con la alabanza de David y la acción de gracias que presenta a Jehová, quien le convirtió en un gran monarca.
Debemos tener en consideración que la línea genealógica de Bedán fue resaltante, aunque sus datos no son perfectos. Algunos de sus miembros llevaron la ruina que les sobrevino a los de Israel dada su desobediencia.
Pese a las vicisitudes, tanto Bedán como los de la casa de Manasés se regocijaron con la misericordia y bondad del señor. Dios les trajo un remanente, además, sus nombres se preservaron en la Biblia, formando parte del registro más importante de los pueblos antiguos.