Alfa y omega significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Alfa y Omega es sobre las letras del alfabeto griego, la primera y última de manera respectiva. En las sagradas escrituras se hace referencia a estos términos en el libro del Apocalipsis, en el capítulo 1, versículo 8. 'Yo soy el Alfa y la Omega, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso'.
Vídeo sobre el significado bíblico de Alfa y Omega
Esto quiere decir que Dios en todas sus formas (Padre, hijo y Espíritu Santo) es lo primero y lo último. Por lo general, la interpretación se basa en que Alfa inicia el alfabeto y Omega lo finaliza. Se puede equivaler el significado como si se hablara de las letras A y Z.
Por otro lado, esta expresión es una forma de demostrar que Dios es solo uno. En la historia humana se ha relatado sobre muchos supuestos líderes supremos y celestiales, pero el verdadero Padre y Señor es único. Además, solo él determina y define todo a partir del control por su criterio.
En el Salmo 90:2 se afirma: 'Desde antes que crearas la tierra, desde los tiempos antiguos y hasta los postreros, tú eres Dios'. El señor nunca cambia y seguirá siendo el mismo desde la previa existencia de todo y la desaparición de lo perceptible.
El Alfa y Omega también se puede interpretar como la fuente de agua que da vida (Apocalipsis 21:6). Esto nos enseña a valorar nuestra existencia a partir de las virtudes y creaciones del Señor, es decir, el principio. También rememora la unión entre la figura del hijo (Jesús) y el Padre (Dios).
En cuanto al final (Omega) en las sagradas escrituras, puede interpretarse que dicho término se refiere a la segunda venida del hijo del Padre. El Señor regresará para los últimos tiempos y dar nueva vida a los que tienen fe en Jesús.
¿Los símbolos de Alfa y Omega pueden usarlos los cristianos?
A pesar de que dichas letras nos recuerden la presencia y omnipotencia de Dios, no quiere decir que sean un accesorio cristiano. Estos símbolos griegos no ejemplifican la figura del Señor ni tampoco representa fortaleza o protección.
Sin embargo, cualquier cristiano puede usar prendas alusivas por mera estética y para rememorar el principio y el final de los tiempos. Aun así, es más recomendable vestir íconos que otorguen protección y profesen nuestra fe hacia Dios todopoderoso.