Adversario significado bíblico

adversario

Definición. El significado bíblico de adversario es aquel ser espiritual o humano que se hace rival de otro. Este enemigo es un antagonista que quiere mostrar hostilidad, según su definición hebrea. Sin embargo, cuando se trata del término griego, se relaciona con un contendiente en un caso judicial. Su testimonio o acusación, podía causar la muerte o la prisión de otra persona.

Vídeo sobre el significado bíblico de Adversario

¿Por qué se dice que el Diablo es un adversario?

Este ángel creado por Dios, dejó que su codicia y ambición lo hiciera el mayor opositor de su creador. Ese enemigo, con sus palabras engañosas, convenció a otros ángeles para que lo siguieran. Luego, cuando la primera pareja humana estaba en la tierra, le habló a Eva por medio de una serpiente. Acusó a Jehová de privarlos de consumir todo lo que quisieran y hacerse como él.

La mala decisión que tomó Adán y su esposa, afectó a la humanidad hasta el día de hoy. Así, todos sus descendientes heredaron el pecado y la muerte. Por si esto no fuera poco, en la época de Job, el adversario acusó a Dios delante de todas las criaturas celestiales. Le dijo que él sobornaba a este hombre para que le fuera leal.

Esto no lo cuestionó la fidelidad del resto de las personas hasta el día hoy, sino que puso en tela de juicio la soberanía del nombre de Jehová. Así, esa acusación se convirtió en una cuestión de importancia universal que todavía está por resolverse.

¿Qué otros adversarios de Dios y su pueblo se mencionan en la Biblia?

Cuando los israelitas regresaron a Jerusalén, después del exilio a Babilonia, muchos se opusieron a que reconstruyeran la ciudad y el templo. Estos adversarios desanimaron a los habitantes del pueblo y los desmoralizaron. Incluso le enviaron una carta a Artajerjes, haciendo una serie de acusaciones falsas para detener la obra.

Hamán, de quien se dice que tenía el espíritu del Diablo, convenció al rey Asuero de hacer un decreto para exterminar a los judíos. Su argumento era que ellos no seguían las leyes del gobierno. Gracias a la intervención de Mardoqueo y la valerosa reina Ester, esto no se materializó. Más bien, a él y sus hijos les quitaron la vida.

Por otro lado, el apóstol Pedro les advirtió a los cristianos del siglo primero que debían estar atentos. La razón era que los ataques de su adversario, el Diablo, son constantes. Pero si ellos se mantenían firmes en la fe, Jehová les daría el poder para aguantar.

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