Vagabundo significado bíblico

vagabundo

Definición. El significado bíblico de vagabundo es un fugitivo o exiliado, que no tiene un lugar fijo de residencia. El primer uso de este término en la Biblia es en Génesis 4:12, cuando Dios maldijo a Caín por haber matado a su hermano Abel. El versículo dice 'Serás un fugitivo y poderoso en la tierra' traduce la palabra 'vagabundo' como 'vagabundo inquieto'.

En la Biblia vemos que expulsan a Caín de la sociedad humana y lo condenan a llevar una vida nómada. Dios castigó a Caín con la falta de vivienda, la inseguridad, la incertidumbre y la ansiedad. El término a menudo se usa en un sentido negativo en la Biblia, podemos apreciarlo en el Salmo 109:10.

Los vagabundos son vistos como mendigos que no aportan nada y viven a merced de la sociedad. Por ende un estilo de vida de esta forma se asocia con un comportamiento irresponsable y vil. El contexto de Proverbios 6:11 es una advertencia para los necios y los perezosos en favor de evitar que terminen de esta forma.

Aunque la penuria no debería considerarse pecado, la causa de la pobreza puede serlo. Cuando alguien elige de forma tonta vivir como un parásito porque es flojo o irresponsable, la etiqueta de 'mendigo' es un reproche.

Vagabundo en la Biblia

En Hechos 19:13, leemos acerca de exorcistas judíos que vagaban para exorcizar espíritus malignos por dinero. La mayoría de las traducciones modernas describen a estos hombres como 'caminantes', pero la versión King James usa el término vagabundo. Además, vemos a los Siete Hijos de Sceva, famosos por tratar de expulsar demonios que no tenían idea de lo que estaban pidiendo.

La vida de un vagabundo no se encarga de administrar el servicio y los recursos que Jesucristo nos ha dado a cada uno de nosotros (Efesios 2:10). se trata de ir por la vida sin un propósito y esto no es el plan de Dios para nadie. Por lo que vemos en la biblia que hubo un tiempo en que el pueblo de Jehová se vio obligado a vivir deambulando.

Cuando estalló la persecución después de la resurrección de Cristo, los cristianos se dispersaron (Hechos 8:1). Por lo tanto, durante los siguientes trescientos años, la historia nos dice que expulsaron a estas personas ​​de sus hogares.

Vivir como un parásito por pereza no es nada de lo que enorgullecerse. Pero ser forzado a crecer vagando por el amor de Jesús es una forma de persecución que dará sus frutos en la eternidad (Mateo 29:19).

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