Uva significado bíblico

uva racimo

Definición. El significado bíblico de uva es el nombre de una baya que forma un fruto muy conocido. Este es redondo y jugoso por dentro, de color morado por fuera, aunque existen unas variantes que son verdes.

Usos de las uvas

De forma histórica, las uvas se utilizaron y se siguen usando con el fin de producir vinos. Es la base principal de estos licores y por ello, se cosechan en los famosos viñedos. De igual manera, es posible comerlas frescas, al agarrar una o varias del racimo.

Existen personas que secan las uvas en el sol y luego las degustan, esta es una técnica de donde salen los frutos secos. Cuando se hace este procedimiento, la piel se puede guardar durante mucho tiempo, pues esta no se descompone.

Las uvas se emplean como ingredientes de cocina, es posible combinarlas con otros materiales para crear postres. De este modo, las tortas o tartas de uva son tan queridas y populares.

El término uva en la Biblia aparece con el fin de hablar de estos ricos pasteles, los cuales se hacen desde la antigüedad. Tal como se da a conocer en el libro de los números. En el que se describe que, en el valle de Escol, ciertos personajes cortaron un racimo y las llevaron en palos para su preparación.

En las llanuras del Jordán se daba un suceso poco frecuente, ya que las uvas se maduraban en el mes de junio. Mientras que en las demás regiones, se debe esperar hasta septiembre para poder agarrarlas bien formadas.

Vid de las uvas

La vid es una planta trepadora que crece con un tronco retorcido y ramas muy largas. Además de flexibles y nudosas. Sus hojas son grandes y se parten en cinco, de estas brotan unas flores de intenso color verde. Estos se transforman en racimos de los que nacen las uvas.

En el Antiguo Testamento la vid es una representación del pueblo de Israel, el cual lo amó y recibía la protección de Dios. Por lo que de ellos, se generaban individuos, que serían los frutos. No obstante, debido a su desobediencia e idolatría a falsas imágenes, los castigó.

De manera que de dicha vid solo salen uvas amargas. En las Nuevas Escrituras, Jesús se llama a sí mismo la vid verdadera. Ya que el cumplió lo que se tenía pensado para los judíos. Allí se nos da a conocer que debemos permanecer unidos a él.

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