Tiberio significado bíblico

Definición. El significado bíblico de Tiberio, es nombre de un emperador romano de la antigüedad. Se le menciona en los pasajes del libro de Lucas junto con Claudio César, Herodes el tetrarca de Galilea y Poncio Pilato.

De Tiberio sabemos que fue el sucesor de Augusto, además, tuvo que estar a su altura en muchas cuestiones militares y políticas. Se caracterizó por su mal temperamento, llegándose a ganar el calificativo de halagüeño.

Biografía de Tiberio

Tiberio Claudio nació en Roma, su situación familiar no fue la más feliz de todas, puesto que, su madre se divorció y su padre murió cuando el tan solo era un muchacho. Se dice que, a partir de tales acontecimientos, fue forjando un carácter reservado.

Es un hecho que Tiberio tuvo que comenzar su carrera política y militar de manera prematura. A pesar de ello, Augusto se fijó en él y le encomendaba tareas importantes que tenían que ver con la administración de su reino.

Otro de los aspectos característicos de Tiberio, es que era bastante culto e inteligente, por eso se le consideró como uno de los posibles sucesores de Augusto. Con tan solo dieciséis años, ya le estaban poniendo a prueba para ver si daba la talla.

Tiberio se convierte en el sucesor de Augusto

Gracias a las dotes y buenas cualidades que poseía Tiberio, se ganó la sucesión en el trono a la muerte de Augusto. Sin embargo, su comportamiento no era tanto el de un rey, sino el de un ciudadano ejemplar, pues, no quería caer en las malas apariencias por parte de su pueblo.

Tiberio se interesó en la acción militar y delegó las decisiones políticas a quienes consideró pertinentes para ello y que, además, se ganaron su confianza. Uno de sus actos más sobresalientes, consistió en fortificar las fronteras.

Lucio Elio Sejano fue uno de los hombres en los que Tiberio se apoyó durante su período de mandato.

El final de Tiberio

Cuando Tiberio contaba con casi ochenta años de edad, se dislocó el hombro al lanzar una jabalina y a partir de allí todo vino en decadencia. Dado que sus médicos dijeron que no viviría ni un día más, aclamaron a Calígula para que se convirtiese en el nuevo emperador.

No obstante, logró recuperarse de su percance de salud, lo que generó pánico entre los senadores que ya contaban con Calígula como su sucesor. A raíz de ello, decidieron asfixiar a Tiberio con las sábanas de su cama.