Seno significado bíblico

seno

Definición. El significado bíblico de seno hace referencia al órgano femenino que posee glándulas, las cuales permiten la formación de leche materna, emanada a través de conductos mamarios. Este proceso es solo posible, cuando la fémina se encuentra en estado de gravidez. Por otro lado, también la Biblia menciona la palabra pecho, para darle amplitud al término, ya que incluye toda la zona debajo del cuello hasta el inicio del abdomen.

Al leer diversos capítulos de la Biblia, podemos observar, que se usa tanto en forma real como figurativa. Pero siempre conservando la esencia de su significado, para comparar o ejemplificar algún tema en particular. Tomando en cuenta las costumbres e ideología, de los pueblos en tiempos bíblicos.

Usos de la palabra seno en las escrituras

Es común emplearlo para hablar de cercanía, hermosura, fecundidad, alegría, progreso y relaciones sexuales. También se utilizan expresiones corporales para mostrar angustia, pesar y tristeza, cuando se dan golpes de pecho o desprenderse de ellos. Son múltiples las maneras de usar este término a la hora de transmitir alguna idea o sentimiento.

Por otro lado, las prendas de vestir de tiempos bíblicos, eran anchas en el pecho y con pliegues. Lo que permitía introducir cosas de valor o reposar las manos. Y por ser el seno, un lugar cercano al corazón, se relaciona con el amor y la ternura. Y así se muestra con ejemplos que se graben en nuestra mente. Como la manera en que Jehová explica el cariño que siente por sus siervos. Tal cual, un pastor cuida con dedicación a sus ovejas, y las coloca en su regazo.

Seno en las ilustraciones

Al hablar de que alguien yace en el seno de otra persona, es que experimentan una relación cercana. Como cuando Jesús habló del lugar de Lázaro 'en el seno de Abrahán'. Esto para indicar que gozaba de la aprobación del Creador, así como cristo con Jehová. Cuya relación es estrecha e inquebrantable, tanto que el hijo es el reflejo de su padre.

En los banquetes judíos, la posición en la mesa era algo de mucha importancia, pues se conocía su rango. El estar sentado al lado de la persona anfitriona representaba un honor en la sociedad. Como el que gozó el apóstol más querido de Jesús, Juan, en la cena de la última Pascua. El cual se encontraba sentado a su lado en la mesa, hasta se reclinó en su pecho.

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