Leví significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Leví es el nombre dado a un varón y hace mayormente referencia a uno de los hijos de Jacob. Fundador de una de las doce tribus de Israel.
Leví en la Biblia
El término Leví en la Biblia aparece mencionado para hablar de algunas personas que llevan este nombre. Por ejemplo, dos de los antepasados de Cristo llevaron este nombre y se pueden encontrar en el libro de Lucas. Uno de ellos era el hijo de Simeón mientras que el otro Leví era el hijo de Melqui.
Mateo el Apóstol era conocido también por llevar el nombre Leví, tal y como se puede leer en Mateo 9:9-13. Por su parte, el personaje que portó este nombre y que se hizo más famoso fue el tercer hijo de Jacob.
El nombre Leví es de origen hebreo y quiere decir que es una persona que une a los suyos. Por lo que la madre de Leví, Lea le puso este nombre al pensar que este tercer hijo los uniría mucho más a los esposos.
Este personaje murió a la edad de 137 años en una migración completa de la Familia de Jacob debido a una fuerte sequía. Tuvo tres hijos Coat, Gersón y Morari, quienes llegaron a ser jefes de familias. Los descendientes de este personaje hicieron que su nombre fuera recordado y se cree que Miriam, Samuel, Ezequiel, Esdras y Malaquías pertenecían a esta descendencia.
Malos actos de Leví
Se cree que este personaje fue el que unió a sus hermanos para llevar a cabo el plan de vender a su hermano José. De tal manera que este fue vendido por veinte piezas de plata y fue llevado a Egipto como esclavo.
Leví y su hermano Simeón tomaron parte en la masacre que sufrieron los Siquemitas. Pues el líder, Siquem había violado a su hermana Dina, haciendo que los hermanos se vengaran de toda la tribu. A Jacob no le gustó nada este acto de sus hijos y los repudió y reprendió. Hasta tal punto que en su muerte maldijo a sus hijos por lo que habían cometido.
Sin embargo esta maldición se transformó en una bendición, pues de su descendencia nacen los Levitas o la tribu de Leví. Moisés quien perteneció a esta tribu, encomendado por Dios, entregó el servicio del primer templo tabernáculo a los levitas. Más tarde también se encargarían del templo de Jerusalén.