Gobernador significado bíblico

Definición. El significado bíblico de gobernador, se refiere a la autoridad que dirige una ciudad específica, subordinado a un dirigente de mayor rango. Este tipo de funcionarios oficiales, se encargaban del manejo de las provincias, con amplias potestades para mantener el orden.

En la Biblia encontraremos diversos jefes de estado, ya que todas las ciudades contaban con uno. Eran subalternos de los reyes de las diferentes naciones y debían rendir cuentas a estos.

La figura del gobernador representa autoridad y poder, puesto que las facultades que les otorgaba el cargo eran bastante amplias. Ostentan competencia dentro del territorio asignado y es allí donde son válidas sus órdenes.

Reconocimiento y poder para el gobernador

A lo largo de las sagradas escrituras, nos vamos a encontrar como el otorgamiento del título de gobernador, era un modo de reconocer a la persona. Bajo esa modalidad, el rey, demostraba la confianza que le tenía, delegándole dicha función.

Destaca, desde el principio de la historia, el relato de José, quien luego de haber sido vendido por sus hermanos, se convirtió en gobernador de Egipto. El Faraón le entregó el anillo real, poniéndolo al frente de toda una nación.

También podemos ver la fragmentación hecha por el rey Salomón en su reino, dividiéndolo en doce distritos, nombrando un gobernador para cada uno. En el caso de Nabucodonosor, designo como jefe de territorio a Guedelías, luego de la deportación del pueblo de Judá a Babilonia.

Gobernador Poncio Pilatos

Sin duda, es una de las figuras con poder más relevantes del Nuevo Testamento. Este fue el quinto Gobernador de Judea, jugando un papel antagónico en la pasión y muerte de Jesús.

Esto se debe, a que luego del arresto de Cristo, tuvo un juicio nocturno en el Sanedrín y llevado ante Pilatos. Acá comenzó la tortura del mismo, pasando por todo el sufrimiento que conocemos como la pasión de nuestro Señor Jesucristo.

No obstante, Pilatos ordeno que llevaran a Jesús, ante Herodes, pues consideraba que su ejecución escapaba de su competencia. Pero este, lo devolvió, argumentando que era territorio de Pilatos, quien debía actuar en ese caso. Entonces, en un acto de cobardía, se lavó las manos frente al pueblo.

Así, dejó que la muchedumbre decidiera la liberación entre Jesús y el criminal Barrabás. Siendo parte del otorgamiento de un indulto en tiempos de Pascua, que era costumbre dar en dicho territorio. Mostrándonos así, el nivel de poder que tenía como Gobernador de Judea, enviando a Jesús a la crucifixión.