Palestina significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Palestina se usa para hacer referencia a la tierra santa en donde ocurrieron gran parte de los acontecimientos bíblicos. Con este término los romanos denominaron a todo el territorio judío que incluía a Israel y Jerusalén.

Vídeo sobre el significado bíblico de Palestina

Palestina en la Biblia

El término Palestina en la Biblia no aparece en menciones en la mayoría de las traducciones bíblicas occidentales, en especial en las de habla hispana. En otras , suele aparecer en una ocasión en el evangelio de Lucas 2:2.

Por lo general a la región de Palestina se le conoce como la tierra de los filisteos. En este sentido Filistea en hebreo es un derivado de la palabra Pelestim, denominación que recibía esta región. Como Filistea o tierra de filisteos, en la Biblia se encuentran cuatro fragmentos que hablan sobre este territorio.

Etimológicamente Palestina proviene del Latín Palaestina, denominación romana para la región, los griegos luego tomaron este término para adaptarlo a Palaistine. Esta denominación tenía connotación de país de los filisteos, en hebreo Pelesthim también significa país de filisteos, mientras que el término más antiguo Pelesheth hablaba de país de los forasteros.

Tierras de Palestina

La frontera de Palestina o Filistea por la parte Occidental era el Mar Mediterráneo, mientras que por la parte Oriental era el desierto de Siria. Por el Sur, la península del Sinaí marcaba la finalización del territorio mientras que en el Norte, la franja se encontraba en el rio Litani.

Sin embargo, el alcance de las tierras Palestinas no se puede saber con certeza. Ya que los límites no se definieron de manera exacta hasta el segundo siglo después de Cristo cuando los romanos impusieron fronteras. De hecho la palabra Palestina se difundió al mundo hasta el siglo V cuando Herodoto el historiador, definió este territorio como una tierra muy amplia.

De igual manera, la cantidad de tierras que tenían los filisteos no se saben con exactitud puesto que estos permanecían en constante guerra con la gente de Israel. De tal manera que ambos pueblos querían dominar completamente el territorio, enfrentándose en múltiples ocasiones.

Un ejemplo de esto se puede encontrar en el relato de David contra Goliat, en donde el primero representaba a los judíos. Mientras que Goliat era uno de los jefes de los pueblos filisteos. Los romanos pusieron fin a esta disputa, llamando Palestina a todo el territorio y estableciendo la capital de la región en Jerusalén.

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