Enojo significado bíblico
Definición. El significado bíblico de enojo es ira, la cual denota ardor y furor por causa de una indignación. Es un sentimiento desagradable que se experimenta debido a diversos motivos. Se deriva del término de 'enojar' que significa enfadar.
Vídeo sobre el significado bíblico de Enojo
Muchas veces se refiere a una respuesta emocional debido a una maldad o injusticia. Este sentimiento se puede encontrar tanto en la humanidad como en Jesucristo.
Esto es una emoción que está fuera del llamado de lo que Dios quiere para nosotros. En cuanto al enojo en la Biblia podemos ver qué esto es algo que sucede cuando estamos enfocados solo en el 'yo'.
Al amar tenemos que complacernos en con los mandamientos que Dios nos ha concedido. Es esencial quitarnos la idea de sentir enojo.
El enojo es malo
No podemos dejar satisfacer nuestros instintos con los deseos carnales. En la palabra encontramos que el enojo es algo que está al nivel del adulterio y el homicidio. Pues se trata del control de nuestros sentimientos y no por el Espíritu Santo.
Además, es una emoción que te lleva a cometer otros delitos. Debido a que se puede reaccionar de formas inadecuadas ante esto. Es una puerta a realizar pecados. El enojo te demuestra que tienes carencia de misericordia y comprensión por tus semejantes, además es falta de madurez.
Esto se produce cuando encontramos oposición ante nuestros pensamientos o planes. Sin embargo, es esencial que se sepan manejar los sentimientos para que esto no choque con los de los demás. Las diferencias nos identifican, no nos separan.
En la Biblia se pueden encontrar tres tipos de enojo, el primero es por falta de amor a Dios, luego vienen los celos y las envidias. Por último, el orgullo, que es una de las razones más predominantes por las que existe el enojo.
¿Es malo sentir enojo hacia Dios?
Es común que se sienta ira hacia las voluntades del Redentor. La vida no es fácil y tiene algunas tragedias que no podemos evitar. Es necesario entender la soberanía de Dios, pues el controla la vida de cada uno y del universo.
La comprensión de todo el poder de Jesucristo, se acompaña de su misericordia, pero también de su santidad. Está mal sentir enojo hacia nuestro padre, porque debemos confiar en plenitud en sus decisiones. Cada cosa que sucede en la vida, es un designio de él, al momento que procesamos eso, no nos enojamos con él.