Cilicio significado bíblico

cilicio

Definición. El significado bíblico de cilicio es un accesorio que cumple con el fin de provocar dolor a quien lo trae puesto. Se usó durante un largo periodo entre las comunidades cristianas como un método de mortificación corporal. El objetivo de la tortura que provoca esta prenda es combatir las tentaciones, de igual forma que la identificación con Jesucristo y el dolor que el padeció.

Vídeo sobre el significado bíblico de Cilicio

El cilicio en la historia

El nombre de dicha prenda proviene del término en latín 'cilicium'. Se trata de una capa que está hecha de pelo de cabra de Cilicia, la cual es una provincia romana que se ubica en el sureste de Asia Menor. Este accesorio de igual manera podía utilizarse parecido a una especie de faja alrededor de la cintura o el vientre.

Se le nombra como 'saco' en la Reina Valera antigua en español; en la versión moderna se le llama 'ropas ásperas'. Sin embargo, se le atribuye el nombre de 'cilicio' en la Biblia de las Américas.

El tejido de denominación 'cilicio' se usa para la tortura de la carne. Según el cristianismo primitivo, esta era una práctica muy frecuente entre los ascetas, los penitentes y también dentro de aquellos mundanos que querían expiar la comodidad y el lujo que condena el mandato bíblico.

En pasajes del Antiguo Testamento se habla de esta prenda también. Se menciona su uso como vestidura de luto o duelo en el antiguo Israel. En el transcurso de la época de San Agustín de Hipona, los adultos bautizados portaban esta vestidura de forma simbólica durante una parte de la ceremonia.

La mayoría de las órdenes monásticas comenzaron a vestir dicha prenda en la Edad Media. Aunque, en esta época se buscó hacer mayor el malestar y molestias producidas por el cilicio al fabricarlo de alambres delgados. Durante los Miércoles de Ceniza, los penitentes vestían dicho accesorio. De igual forma, en la Cuaresma se cubría el altar de la iglesia con un paño hecho de este material.

Uso del cilicio en la actualidad

Pocas órdenes han continuado con la utilización de dicha prenda en tiempos modernos. Los carmelitas y los cartujos son los únicos que incluyen vestidura de este tejido en sus reglas. En otras órdenes, el empleo del cilicio es voluntario o posee una prescripción individual. Las heridas que hace dicha vestidura no producen ningún tipo de sangrado, pero provocan marcas que pueden ser visibles.

Subir