Mira significado bíblico

mira

Definición. El significado bíblico de Mira se refiere a una de las metrópolis más grandes que tenía la región de Licia. Se le consideraba un lugar puntual en el gobierno romano, por su ubicación estratégica. En ella podían hacer una parada en su puerto, mientras viajaban a otro sitio.

Vídeo sobre el significado bíblico de Mira

¿Por qué Pablo paso por Mira?

En uno de sus giras misionales, el apóstol anduvo por Éfeso. Allí logró hacer que muchas personas se convirtieran al cristianismo. Esto no le agradó de los artesanos y negociantes del sitio, ya que su economía dependía de la venta de imágenes para idolatría. Por eso, hicieron un alboroto donde tuvo que intervenir el registrador.

El hombre logró disipar los ánimos de las personas y envió a Pablo delante de Festo para que resolviera la situación. En ese momento, lo fueron a visitar el gobernador Agripa y otras personalidades. Ante ellos, el acusado dio un discurso, donde defendía su enseñanza. Por la presión de uno de los presentes, tuvo que apelar a su derecho como romano de ser juzgado ante el emperador.

Agripa, quien era un judío nominal, conocía muy bien las costumbres y creencias de ese pueblo. Por eso, entendía que el apóstol no era culpable de ningún crimen. Sin embargo, como él ya había solicitado su traslado a la capital del imperio, no pudo hacer más nada. Fue en ese momento que Pablo comenzó su viaje que lo llevaría hasta Mira.

¿Quiénes acompañaron a Pablo en el barco que pasó por Mira?

Al apóstol lo entregaron a unos soldados que lo escoltarían hasta la ciudad de Roma. Eso implicaba hacer un largo viaje. El oficial del ejército, llamado Julio, se encargó de llevar con vida a todos los prisioneros. Él tomó mucho cariño al siervo de Dios y le permitió que en cada parada fuera a visitar a sus amigos y así estos lo cuidaran.

Estando en el mar, comenzaron a luchar contra fuertes vientos. Allí pararon en varios puertos, entre esos la ciudad de Mira. Luego el oficial del ejército consiguió una embarcación que iba a Italia. En pleno viaje les tocó luchar contra la tormenta que amenazaba sus vidas.

Muchos creían que no se iban a salvar, por lo que no comieron en unos 14 días. Sin embargo, Pablo los tranquilizó indicándole que Jehová le había dicho en un sueño que todos se salvarían y él llegaría a su destino para defender su caso.

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