Jerusalén significado bíblico

jerusalen

Definición. El significado bíblico de Jerusalén es 'Fundamento de Paz Doble'. Es el nombre de la emblemática capital del antiguo reino de Israel, la cual formó parte de esta nación durante más de mil años. En la actualidad sigue existiendo en el mismo lugar que ocupó en el pasado, en el Oriente Próximo, entre el Mar Muerto, el Mediterráneo y los montes de Judea.

Su nombre es objeto de ciertas confusiones, pues en algunos textos de origen acadio recibe un nombre traducido como 'Ciudad de Paz'. De hecho, muchas fuentes señalan este como el significado de la palabra Jerusalén. Sin embargo, su forma original hebrea denota otra definición: 'Fundamento o Posesión de Paz Doble'.

Surgimiento primitivo de la ciudad de Jerusalén

Aunque Jerusalén es famosa por su relación con la nación israelita, su origen se remonta mucho más atrás en el tiempo. La primera mención bíblica a este lugar sucede en tiempos de Abrahán (Génesis 14:18). En aquel entonces, era conocida como 'Salem', que significa 'Paz', y gobernada por Melquisedec, rey y sacerdote.

Abrahán, antepasado de la nación de Israel, estaba en buenos términos con el monarca de Salem. Sin embargo, no hay más detalles de la fundación de la ciudad ni el origen de sus pobladores. Incluso en tiempos de los apóstoles, había poca información sobre los registros genealógicos de Melquisedec, quien adoraba a Dios (Hebreos 7:1-3).

Según los hallazgos arqueológicos, después del encuentro entre el patriarca y el rey, Jerusalén cayó bajo el dominio de los cananeos y los egipcios. Esto se mantuvo así hasta que Josué ejecutó una campaña de conquista contra los territorios de Canaán y eliminó la adoración a dioses falsos (Jueces 1:8).

Historia como capital de la antigua Israel

Tras la conquista de la ciudad, existió un periodo en el que no hubo ningún gobernante humano en la nación. Los profetas y jueces comunicaban la voluntad de Dios. Sin embargo, al ser nombrado el primer rey, surgió la necesidad de un centro de operaciones o capital oficial. Jerusalén fue elegida para ocupar este rol por instrucción divina (2 Crónicas 6:6).

Entre el reinado de David y Salomón, la ciudad de Jerusalén se expandió hasta alcanzar su máximo esplendor con la construcción del templo. Con la división del reino, tuvo periodos irregulares de prosperidad y desgracia que reflejaba la condición espiritual de sus habitantes.

La ciudad fue destruida por los babilonios y reconstruida por los judíos que regresaron del exilio casi cien años después. En los siglos posteriores, fue objeto de disputas entre los reinos helénicos, lo cual finalizó con una insurrección y la consiguiente alianza con Roma. Jerusalén continuó bajo su dominio hasta su destrucción en el año 70 de la era común.

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