Enseñanza significado bíblico
Definición. El significado bíblico de enseñanza es el acto de guiar, estimular y orientar en un proceso de aprendizaje. Esta acción se maneja de forma para que el alumno adquiera conocimiento, y desarrolle ideas. Se considera una habilidad especial de comunicación.
Le permite a una persona (o varias) la explicación de la Biblia, y las doctrinas de Dios. Se integra un análisis de la palabra del Señor, su significado, trasfondo, y cómo aplicar a la vida diaria, las instrucciones deben ser claras. Aunque los dones pueden ser desarrollados, este va más allá, ya que es algo que se posee desde el nacimiento.
Encontramos la enseñanza en distintas partes, en las iglesias, institutos, colegios, estudios bíblicos, seminarios, entre otros. Las personas con la posibilidad de enseñar, pueden hacerlo de forma particular o grupal, y podrá educar tanto de modo cristiano como en otros ámbitos. Algo a tener en cuenta, es que no tiene que surgir nuevos materiales, se hace solo con la biblia.
La enseñanza es un don
La mayoría de las personas posee la capacidad de entender las escrituras, pero no todos pueden enseñarla. Pues, esto es un don sobrenatural que lo da Espíritu Santo. Esta persona tiene la capacidad de enseñar la biblia, de manera completa, por partes, o por versículos. Este don no es algo que se pueda aprender, pues se nace con él.
Asimismo, se debe tratar de ir hacia personas con esta facultad. No hay forma de mantenernos creyentes de la palabra, sin saber, el conocimiento es obligatorio para asimilar a Dios. Debemos adquirir aprendizaje de las enseñanzas del Todopoderoso, las cuales surgen los evangelios, y estos ser entendidos a la par de las escrituras.
Al ser enseñados, somos capaces de mantenernos fieles y seguros en la palabra de Dios, sin esto nos costaría mucho más poder creer y entender. Hay tres ideas sobre instruir que hay que tener en cuenta.
• La enseñanza va de la mano con el aprendizaje: No hay forma de que exista una correcta enseñanza, si no se quiere conseguir un saber en las personas enseñadas.
• Ningún maestro puede dar la sabiduría. La información se presenta, las maneras de entender (guías, recursos, explicaciones, estímulos) se hacen obvias, pero está en el alumno aprender.
• Las personas que poseen este don no son más poderosas que el señor. Los maestros colaboran con él, pues Dios participa en el proceso de enseñanza y aprendizaje.