Ebed significado bíblico
Definición. El significado bíblico de Ebed es siervo. También es una forma abreviada del nombre Abdías, que significa siervo de Jehová. En los pasajes de la Biblia se menciona a dos personas, que los identificaron con esa expresión. Aunque no se habla de manera extensa de sus vidas, si tuvieron un papel importante en la historia.
¿Quién fue el hijo de Ebed?
El primero en aparecer en las escrituras, es el Padre de Gaal. Este hombre fue contemporáneo con uno de los jueces más importantes del pueblo: Gedeón. A él lo escogió Dios para liderar la lucha contra los madianitas. Como su labor fue exitosa, sus hermanos permanecieron fieles a Jehová. Sin embargo, después de su muerte, Abimélec convenció a todos los de la casa de su padre para que lo hicieran su gobernante.
Este rey dirigía con mano dura, al punto que los habitantes se sentían descontentos. En una oportunidad, mientras participaban en una fiesta pagana, Gaal y sus compañeros comenzaron a decir maldiciones contra Abimélec y a desafiarlo. Cuando Zebul se enteró de lo que pasaba, le informó al rey de lo acontecido.
El príncipe de la ciudad, Zebul, le instó a su jefe que llegará por la noche al pueblo para hacerles una emboscada a los rebeldes. Así que al amanecer, cuando Gaal salió, ya el ejército de su enemigo estaba en posición de combate. Aunque se enfrentó a ellos, no pudo soportar el poder de Abimélec.
Al día siguiente, Gaal, hijo de Ébed y otros habitantes, buscaron refugio en el templo de su dios pagano. Sin embargo, Abimélec junto a sus soldados le prendieron fuego y mataron a todos los que habían quedado con vida.
¿Por qué Ebed tuvo que irse a Jerusalén?
Otra persona que portó ese nombre fue el hijo de Jonatán, quien vivía en Babilonia junto a otros israelitas. El pueblo tuvo que salir de su tierra porque los babilonios los habían desterrado y llevado a su nación. No obstante, su Dios intervino para que ellos pudieran salir y regresar a su región y restaurar a Jerusalén y su templo.
Para hacer esto posible, Jehová utilizó a Esdras con el propósito de lograr el cometido. Así que este, buscó a integrantes de todas las tribus con la finalidad de restaurar al pueblo y su adoración. Entre los escogidos estuvo Ebed y su familia, además de otros cincuenta varones de la casa de Adín.