Diez mandamientos significado bíblico
Definición. El significado bíblico de diez mandamientos se refiere a las normas y preceptos que Dios ordeno cumplir como requisito para entrar a su reino. Son las reglas que el mismo Dios talló en las piedras que entrego a Moisés en el monte Sinaí, para comunicárselas al pueblo de Israel.
Esta ley de Dios, consta de diez mandamientos que debemos cumplir de manera obligatoria para alcanzar dos objetivos. Por una parte, nos garantiza llevar una vida pacífica en la tierra, sin hacer daño a nuestros hermanos para vivir en armonía. Además, con el cumplimiento de todos los mandamientos de forma concurrente asegura la entrada al reino de los cielos.
Moisés recibe diez mandamientos en el monte Sinaí
Moisés liberó al pueblo de Israel, con la ayuda del gran poder de Dios, abriendo las aguas del mar rojo. Luego recibió un mensaje del Señor, debía subir a lo más alto del monte Sinaí, donde estuvo por 40 días. Allí Dios mismo, grabo en dos piedras los diez mandamientos que hoy conocemos.
Este mandato tuvo la finalidad de evitar desorden y conductas pecaminosas en su pueblo, entonces Moisés bajo de la montaña a llevar el mensaje. La desagradable sorpresa fue que al llegar Moisés, los israelitas habían creado un becerro de oro para adorarlo.
Rompiendo así uno de los mandamientos ordenados por Dios, lleno de ira Moisés, rompió las piedras talladas y procedió a destruir el ídolo falso. Luego regreso a la montaña, pidió perdón en nombre de todos y trajo consigo las dos piedras que Dios, tallo de nuevo para su pueblo.
Los diez mandamientos de la ley de Dios
Estos diez mandamientos que Dios entregó a Moisés en el monte Sinaí, buscan la armonía del mundo y la organización de su pueblo. Su finalidad es que todos podamos disfrutar de la vida eterna que nos ofrece nuestro Señor y estas son las siguientes:
- Amaréis a Dios por sobre todas las cosas.
- No tomaréis el nombre de Dios en vano.
- Santificaréis el día de reposo en nombre de Dios.
- Honrad a tu padre y a tu madre.
- No mataréis.
- No cometeréis adulterio o actos impuros.
- No robaréis.
- No daréis falto testimonio.
- No permitiréis paso a pensamientos impuros.
- No codiciaréis las pertenencias de tu prójimo.
El cumplimiento cabal de estos diez mandamientos es garantía de alcanzar el reino de Dios, al final de nuestros días. Es decir, que al momento de rendir cuentas por nuestros actos, el cumplimiento de los Diez mandamientos será clave para medir la conducta que tuvimos.