Daniel (libro) significado bíblico

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Definición. El significado bíblico de Daniel (Libro) se refiere al relato sobre la vida de este profeta miembro de la tribu de Judá. El escrito nos muestra el mensaje y obra de Dios a través de los sueños de Daniel. Esta historia, con contenido apocalíptico, nos deja una esperanza para tiempos difíciles.

La vida de Daniel, fue bastante interesante, ya que sufrió una traición de parte de sus hermanos, a quienes él finalmente perdonó. Estos lo vendieron e hicieron pasar por muerto ante su familia. No obstante, él logró salir adelante con la ayuda de Dios, a través de la interpretación de sueños.

División del libro de Daniel

Este relato bíblico forma parte del Antiguo Testamento, siendo el primero de los libros de los doce profetas. Contiene su historia de vida, sueños y las historias deuteronómicas, además, cinco relatos deuterocanónicos:

  • La oración de Azarías.
  • El cántico de los tres jóvenes compañeros de Daniel dentro del horno.
  • La historia de Susana.
  • Daniel y los sacerdotes de Bel.
  • Daniel y el Dragón.

El libro de Daniel se divide en tres partes, primero encontraremos la historia de su vida, escrita de forma hagádica, con el fin de dejarnos una enseñanza. Luego veremos sus sueños, narrados desde el punto de vista apocalíptico, con símbolos y visiones que prueban la intervención divina de Dios.

En cuanto a los relatos deuteronómicos, sin duda buscan dejarnos enseñanzas para el fortalecimiento de la moral. Este libro, nos lleva hasta la época del reinado de Nabucodonosor II, justo cuando ocurre el exilio de los israelitas a Babilonia. Considerados tiempos difíciles, que ponían en juego la fe del pueblo.

Mensaje de Daniel (Libro)

Su misión es una esperanza para los pueblos, en su momento, al pueblo judío, extensivo a toda la humanidad. Pues a lo largo de los años hemos presenciado guerras y demás conflictos que generan persecuciones a grupos que piensan diferente. Estos nunca deben perder la fe, pues las vivencias de Daniel, demuestran que la fe en Dios es sinónimo de salvación.

Pero esa salvación va de la mano con nuestro comportamiento, el relato es un ejemplo de fe, perdón, compasión y misericordia. También nos revela como el egoísmo y la envidia solo trae consecuencias catastróficas en nuestras vidas.

A pesar de las dificultades, Dios siempre es el triunfador de nuestras batallas. Por ello, no hay que preocuparse si el mal consigue su cometido en alguna ocasión. Pues, nuestra fe siempre debe estar firme ante el amor de nuestro Señor, quien nos pone pruebas en el camino, que debemos saber superar.

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